domingo, 10 de junio de 2007

¿Cómo ser fiel a uno mismo, sin hacer daño a nadie?

En mi primer artículo escribía sobre la necesidad de ser fiel a nuestros valores o principios, cómo la mejor forma para conseguir, o al menos, intentar ser feliz. Y hubo alguien que me hizo el siguiente comentario: "Tienes razón, lo más importante es ser fiel a uno mismo, siempre que no jodas a nadie". Esa puntualización, creo que es justa y necesaria hacerla, aunque no es algo sencillo ni inmediato.

Tengo un amigo que cada vez que le veo, me hace pensar sobre muchas cosas y me ayuda a encontrarme en estos Días de Vértigo (la verdad, es que vivimos rodeados de muy pocas personas así, verdad?). Hace algún tiempo, me dijo que aunque nosotros intentemos hacer siempre lo correcto o lo que en nuestro código de valores consideramos que está bien o llevado al terreno de la religión, intentemos ser los mejores cristianos o católicos, siempre vamos a cometer errores (en muchos casos, incluso los repetiremos) y habrá decisiones que tomemos que harán daño, aunque no queramos o no sea nuestra intención.

Por eso, creo que es tan importante la primera parte del comentario expuesto arriba, como la segunda parte.

Respecto a la primera parte, creo que no es necesario realizar muchos más comentarios. Siempre he dicho y sigo diciendo que lo más triste es engañarnos a nosotros mismos, no reconociendo lo que nos está pasando, o no hacer o decir lo que pensamos o sentimos. Esa es la peor de las traiciones, no ser fiel a uno mismo.

Sin embargo, vivimos rodeados de amigos o conocidos que viven dentro de una inmensa mentira, sin ser fieles a sus sentimientos o a su forma de pensar o ser. Y es el miedo a afrontar una realidad nueva, lo que hace que en algunos momentos de nuestra vida, no demos un paso adelante, y digamos lo que pasa en nuestro interior o demos una opinión sobre lo que de verdad pensamos o sentimos (ya sea con nuestros amigos, nuestra pareja, nuestra familia o en el trabajo).

Personalmente, no voy ser yo quien diga que nunca ha tenido miedo, más bien todo lo contrario. Pero si algo he aprendido en los últimos años, es que sólo siendo sincero con uno mismo, y reconociendo sus problemas, miedos o debilidades, puedes afrontar el futuro con garantías, y con seguridad para abrir nuevos caminos.

Respecto a la segunda parte, creo que no es algo tan inmediato o tan claro. Parece evidente, que en principio, no tendríamos porque dañar a nadie, siendo fiel a nuestros principios, pero nuestros actos o decisiones pueden generar daños.

Podemos tomar decisiones o realizar acciones conscientemente con premeditación y alevosía con la intención de hacer daño, creo que en Derecho se define como dolo. Evidentemente, para mi este tipo de actos no tiene ningún tipo de justificación, pero gente de este estilo existe, y lamentablemente sólo hace falta mirar a nuestro alrededor para encontrar alguien así.

Otra posibilidad es tomar decisiones o realizar acciones, sin haberlas pensado lo suficiente ni valorar las consecuencias que pueden tener en el futuro. Inevitablemente, todos nos vemos implicados en este tipo de acciones, porque todos los días tomamos decisiones o realizamos acciones que en algunos casos, no conocemos las repercusiones que van a tener sobre nuestras vidas o sobre las vidas de las personas que nos rodean. Obviamente, este tipo de decisiones pueden provocar daño, por eso, siempre es recomendable pensar las consecuencias de lo que estamos haciendo, pero en este caso, creo que lo más importante es valorar cómo estas decisiones o acciones van a afectar a uno mismo, y tomarlas en función de nuestros valores.

Por último, están las acciones o decisiones que se toman, después de haberlas meditado o pensado previamente, y que aunque no lo deseamos hacen daño. Estas son las más difíciles de adoptar, pero en mi opinión, creo que es necesario afrontarlas, y es donde se conoce o dónde se descubre la verdadera naturaleza de las personas. Todos hemos tomado alguna decisión de este estilo en nuestra vida, y aunque son las más complicadas, y se necesita valentía para tomarlas, sólo guiándote por tus sentimientos o por tus valores o creencias se puede dar el paso de tomarlas y afrontar esa nueva realidad (y esto vale para cualquier ámbito: trabajo, amor, amigos, familia, etc).

Por eso, creo que la segunda parte del título de este artículo, no es algo sencillo ni inmediato de cumplir, y hay veces que inevitablemente, hacemos daño, y sólo siendo consciente de esto, se puede minimizar el daño. En mi opinión, siempre que uno se guíe por sus valores y principios y sea consciente en todo momento de lo que está haciendo, se pueden evitar daños, pero hay veces que esto es inevitable, y en ese caso, hay que tener la valentía suficiente para afrontar lo que ha sucedido, y saber reconocer que se ha actuado incorrectamente y que se ha cometido un error.

Y la enseñanza debería ser redirigir nuestros pasos hacia otra dirección, evitando caer en situaciones parecidas. Pero claro, esta es la teoría, y como en todo, la práctica te la da la vida, y pese a que todo aparentemente está claro, hay veces que seguimos cometiendo los mismos errores … porque como dice el dicho "el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra"… sí sólo fueran dos veces, no estaría mal, verdad?.

Mi amiga Tawny

Esta semana, mientras estaba tomando unas copas con unos amigos, alguien me comentó que le había gustado este blog, y le dije que tenía que escribir algo nuevo, pero que no sabía muy bien el tema sobre el que iba a tratar. Y me contestó entre risas que escribiera algo sobre ella.

Así que como, a veces soy un poco cabrón, como dicen mis amigos, este artículo va dedicado a esa persona que he conocido hace unos meses y que todavía sigue siendo un "poco" misteriosa para mí.

Lo cierto es que seguramente este es el artículo más difícil, que he escrito, porque es la primera vez que voy a escribir algo sobre alguien que no soy yo, ni el rey Bruce. Así que a diferencia de mi anterior artículo, éste será breve. Y si me equivoco en mis apreciaciones, dímelo y volvemos a editar el texto.

Podría empezar diciendo que eres guapa y atractiva porque es lo primero que se ve, pero aunque suene un poco a topicazo, lo que interesa es lo que hay en el interior (qué gran verdad y qué gran mentira, sobre todo en estos Días de Vértigo, verdad?).

Y ¿qué hay en tú interior? Pues de momento es difícil saberlo, porque no dejas demasiadas pistas. Proyectas una imagen de chica macarra y un poco chunga, que emite continuas amenazas de enviar a sus esbirros para partirme las piernas, que maneja la espada con gran destreza, y que tiene querencia a las armas de fuego (trabucos con los que entra en bares al grito de Viva Zapata, y ametralladoras de mira telescópica con las que destroza pulseras).

También, tienes una capacidad para organizar saraos y eventos sociales, lo que implica que tienes un gran poder de convocatoria, y incluso los que no son de tú círculo se quieren apuntar a tus eventos, pero con mucha diplomacia, tú les excluyes de los saraos más privados.

Además, para convertirte en la gladiadora más peligrosa, combinas todo lo anterior con inteligencia y una gran capacidad de observación, quedándose con todo, y utilizando después lo que le interesa, pero siempre con una sonrisa por delante, aunque a diferencia de otras sonrisas no es hipócrita ni falsa (menos mal :-)

Pero detrás de todo esto, intuyo que tiene que haber algo de sensibilidad, como le suceden a todos los grandes guerreros, (Mickey te ha delatado :-) Lo que sucede es que sobre esto, todavía no tengo datos suficientes como para hacer un análisis tan profundo.

También, intuyo que tus amigas/os son importantes para ti, pero sólo aquellos a los que permites entrar en tú círculo, y aún así, sigues manteniendo una distancia de seguridad con todos ellos, y sólo unos pocos son los afortunados, a los que permites que te conozcan de verdad.

Y ya no puedo contar mucho más, bueno podría hablar de la Biblia…, pero yo creo que eso lo dejamos para nuestras tertulias en el Irlandés :-) Quizás cuando pase el tiempo y te conozca un poquito más, podría escribir un artículo más largo y detallado.

La verdad es que no ha sido tan difícil d-escribirte :-)

PD: Espero no encontrarme a tus esbirros/ninjas, por mi barrio.

martes, 15 de mayo de 2007

¿Por qué Bruce?

Hoy he estado modificando mi blog, y quería resaltar algunos aspectos que sirvieran para que aquellos amigos que les guste pensar (a veces :-) y quieran visitar este blog de vez en cuando, puedan saber un poco mejor cómo soy o cuáles son mis gustos o preferencias.

Muchos de vosotros conocéis cuales son estos gustos, y no os sorprenderéis de lo que aparece aquí: Bruce Springsteen, El Padrino, el Barça, mi guitarra, el mus, mi libro favorito, las sobremesas con amigos o las copas en lugares donde se pueda escuchar buena música y hablar con ellos.

Pero tanto el que me conozca desde hace años como el que no me conozca tanto, se podría preguntar por qué es tan especial Bruce Springsteen para mí, y por qué aparece en lo más alto de mi lista de preferencias. La verdad es que yo también me he hecho esa pregunta muchas veces. Voy a intentar explicarlo, contando toda mi historia, es un poco largo, pero creo que os va a gustar.

La primera vez que yo escuché el nombre de Bruce Springsteen fue en casa de mi primo, yo creo que tenía 14 años, y mi primo se acababa de comprar la Caja de 5 discos en directo (Live 1975-1985). Ese mismo año, en Agosto, Bruce había dado en Madrid un concierto, que la gente que estuvo allí (Vicente Calderón) lo considera como el concierto de su vida. Yo el único recuerdo que tengo de ese concierto, es que al día siguiente del concierto, Bruce Springsteen salía en la portada del ABC.

Tendría que pasar un año más para que yo descubriera a Bruce. Tenía 15 años, y ya por aquel entonces, empezaba a comprar con las pocas pelas que tenía algún disco o cassette a escondidas, para que mis padres no me echaran la bronca. Recuerdo que me compré el cassette de Born in the USA. Y empecé a escucharlo a todas horas, mortificando a mis padres a mi hermana y a mis amigos, y eso fue sólo el principio de lo que vendría después.

Cuando cumplí los 16, me compré la famosa Caja de los 5 discos en directo, y a partir de ese momento, Bruce Springsteen se convirtió en Bruce, y empecé a comprarme todos los discos que había sacado hasta entonces (unos en vinilo, otros en CD´s porque decían que era el futuro) y mí habitación se llenó de posters de él (en concierto con su pañuelo en la cabeza a lo Rambo, o con su chupa de cuero). Bruce sonaba en mí cuarto todo el tiempo, y sólo quería que mis padres se fueran a dar una vuelta para poner la música al máximo volumen e imitar sus gestos en los conciertos.

No era demasiado consciente de lo que querían decir las letras de sus canciones (mi inglés nunca ha sido muy allá), pero me encantaba la fuerza de sus canciones, el ritmo que tenía, las guitarras, el saxo, la batería, etc. Y de esta forma, con 16 años, Bruce se había convertido en mi cantante favorito. Por aquella época, Springsteen había sacado ya sus mejores discos (el último disco era el Tunnel of Love, que incluye 2 de las canciones más bellas escritas por Bruce, Brilliant Disguise y One Step Up, coincidiendo con su separación y boda con su actual mujer y vocalista de la banda).

Luego llegaron los nuevos discos (Human Touch y Lucky Town), que por supuesto compré el mismo día que salieron a la venta, pese a que ahora puedo decir que no son ni de lejos comparables a los grandes clásicos de Bruce (Darkness of the Edge of Town, para mí el mejor, Born to Run o The River), además los había grabado sin la E Street Band (su banda de toda la vida). Me quedé con las ganas de verle en la gira del año 92, porque sólo tocó en Barcelona y Zaragoza (creo), y por aquel entonces, no tenía la facilidad de viajar a Barna que tengo ahora, así que me tuve a aguantar.

Pero al siguiente año, anunció nueva gira y tocaba en Madrid (para mayo de 1993). En el momento que me enteré compré la entrada, creo que fue en Septiembre, y me daba lo mismo ir sólo, y que faltarán 9 meses para que llegará el concierto. Y por fin, llegó el día, lo recuerdo como si fuera ayer mismo, por la mañana me fui a la facultad y directamente me fui al concierto con unos amigos.
El concierto fue increíble, pese a que no tocó con su banda de siempre. Todavía tengo el recuerdo de su salida al escenario y su primera canción tocando la armónica, una versión acústica de Darkeness of the Edge of Town, y como no el momento en que tocó The River con el estadio completamente apagado y lleno de luces de mecheros, o el Born to Run cuando el estadio se enciende y anuncia el fin del concierto, antes de empezar con los bises, con toda la gente de píe y cantando el famoso estribillo final "Baby, We were born to run".
Salí completamente impresionado, exhausto, sin voz, impactado, en una nube con 2 camisetas de Bruce, que al final después de años, mi madre convertiría en trapos de limpiar, como suelen hacer todas las madres, y el posterior drama. El efecto inmediato de los conciertos de Bruce es que te pasas una temporada que lo único que quieres escuchar es Bruce, aunque lo hayas escuchado mil veces. A mí me ha pasado después de todos sus conciertos en los que he estado.

Y fueron transcurriendo los años, esperando a que sacara nuevos discos: nuevos estilos, recopilaciones, grabaciones inéditas, etc. Y aunque desgraciadamente lo que ha ido sacando en los últimos años, no tenga la misma calidad de sus primeros discos, para mí como para tantos otros, sigue siendo Bruce, y sea bueno o menos bueno, sus discos ocupan un lugar especial entre todos mis CD´s (El Rincón de Bruce), y siempre que ha dado algún concierto y he podido, allí he estado.

Pero, ¿por qué Bruce?. Pues evidentemente, porque me gusta su música, y eso va en cuestión de gustos, y sobre gustos no hay nada escrito. Me gusta el ritmo de sus canciones, su guitarra, los punteos, por supuesto su armónica, pero también la fuerza de su batería, la elegancia y potencia de su saxo, la sensibilidad de su piano, en fin me gusta todo lo que es Bruce y su banda.

Pero por otro lado, Bruce es el ejemplo de una persona que luchó desde pequeño por lo que le gustaba, por lo que le hacía ser feliz y viviendo en un entorno complicado, donde lo normal o lo que tocaba era ser buen estudiante (Bruce no lo fue) o trabajar en la fábrica (como hacía su padre). Bruce persiguió su sueño y logró salir de aquellas calles (como dice en sus mejores canciones), persiguiendo un sueño y a golpes de guitarra.

Y por encima de todo, cuando tú ves a Bruce en concierto, ves un tío auténtico, sin parafernalias de luces o escenarios increíbles. Es un tío con su guitarra, su banda de toda la vida, y dejándose la piel durante 3 horas. Cuando termina el concierto, no se sabe si estás tú más cansado que él, pero a parte de acabar impresionado por todo lo que has vivido, sientes una enorme gratitud hacía él y se produce una extraordinaria comunión entre él y el resto de un enorme estadio que siente lo mismo.

Por todo esto, por su autenticidad, por su fe en conseguir sus sueños, por su música, por su fidelidad a su estilo, por eso Bruce Springsteen, para mí es Bruce, y continúan en mi cuarto colgados todos sus discos, como un gran cuadro lleno de recuerdos y de enseñanzas, porque todos esos discos tienen de alguna u otra forma un significado especial para mí, y que sirvieron y me sirven para superar momentos complicados o para disfrutar más de los buenos momentos.

martes, 1 de mayo de 2007

¿Dónde encontrar algo de autenticidad?

Ayer, salí con unos amigos por el centro. Y cuando regresé a casa, caminando sólo por el centro de la Gran Ciudad, pero acompañado por acelerones de coches, sirenas de policias, y orientales vendiendo bocadillos y latas de cerveza en cada esquina de la Gran Vía, no pude evitar sentir una gran tristeza, pero con la tranquilidad de que todavía no estoy perdido en esta Ciudad.

Estuve en un par de bares de copas, donde te envenenan con efectos retardados, como dice la canción Pájaros Mojados, así que ayer tocaba cerveza, que te permite ver todo con más claridad que las bebidas blancas. Y lo que ví, no me gustó.

No era diferente a lo que puedes ver otras noches por Madrid, o por cualquier ciudad: locales atestados de gente, con "música" que no tengo palabras para definirla, si es que se puede llamar música, con grupos de "machos" mostrando sus músculos cultivados durante horas en gimnasios (también atestados durante la semana) a grupos de niñas con las mismas intenciones que ellos: encontrar a alguien con quien pasar la noche, sea con quien sea, y sea como sea.

Así que después de beberme mi tercera cerveza, decidí retirarme, buscando olvidar todo lo que había visto hasta ese momento, y deseando llegar a casa, para poder escuchar algo de buena música, que me pudiese contar algo, con letras cuidadas o que me despertaran algún tipo de sentimiento o emoción.

Volví a casa sólo, desde Huertas, paseando por la Gran Vía, y me acordé del artículo de la Gran Ciudad. La ciudad seguía latiendo a un ritmo frenético, pese a ser las 4 de la mañana, y aunque había mucha gente por la calle, tuve la misma sensación de soledad que había tenido durante toda la noche. Y una sensación de tristeza por todo lo que vi, dentro y fuera de los bares, pero también, tenía fuerzas suficientes, para rebelarme ante todo lo que no me gustó, sin dejarme arrastrar por todo eso que detesto.

Y la única forma de conseguir esto es siendo yo mismo. Siendo auténtico, fiel a mis gustos y forma de ser y pensar, como mejor receta para defenderme de todo lo que te venden como lo normal, lo que hace todo el mundo y lo que toca. Por eso, tengo la traquilidad de conciencia, que pese a estar viviendo Días de Vértigo, en una sociedad falta de autenticidad, todavía no me he perdido en esta Gran Ciudad.

Por supuesto, me dormí escuchando Sácame de aquí, qué casualidad ... ;-)

domingo, 29 de abril de 2007

Días de Vértigo


Esta semana he escuchado por primera vez un grupo de música, que además de sorprenderme gratamente por su música, las letras de algunas de sus canciones han hecho que me plantee algunas reflexiones (espero que no os rayen demasiado :-)


El nombre del disco es Días de Vértigo, y creo que es un título muy acertado para reflejar el modo de vida que seguimos actualmente. Son días que pasan veloces, y que se transforman en años, sin que nos demos cuenta, de qué estamos haciendo con nuestra vida. Donde el trabajo, el dinero, el amor, el sexo, el consumismo, el materialismo, la ambición por triunfar, se convierten en los ejes fundamentales sobre los que se articulan nuestras vidas.


Días en los que vivimos rodeados de gente, compañeros de trabajo, amigos, familiares, pero donde la soledad se hace cada vez más dolorosa, cuando te das cuenta, que muchos de ellos desaparecen de nuestras vidas con una velocidad de vértigo. Amigos/as, novios/as, parejas que van y vienen, que aparecen en nuestras vidas y desaparecen con la misma velocidad. Días de encuentro y desencuentro.


Al final, te das cuenta de que esa soledad es insoportable, y que no hay nadie, salvo uno mismo que pueda responder a la pregunta definitiva que nos deberíamos hacer todos de vez en cuando: ¿soy feliz? o mejor, ¿cuál es el motor de mi vida? o ¿por qué me levantó todos los días?. En definitiva cuál es el sentido de nuestra vida.


Yo tampoco he podido o he sabido, evitar estos Días de Vértigo, y en los últimos meses, también he visto pasar por mi vida muchos amigos/as, que aparecen y desaparecen, que se distancian o se acercan, según van cambiando las circunstancias. Y hay un momento, en el que pese a estar rodeado de gente, de tener el móvil lleno de números, te sientes sólo, como dice otra de las canciones del grupo, Nadie, (para mí el mejor tema del disco).


Y es en ese momento de soledad, donde surgen las preguntas y las dudas sobre qué es lo que estamos haciendo aquí, si somos felices con el mundo que nos rodea, con nuestros amigos, con el trabajo, con nuestras relaciones, etc. En resumen, comenzamos a preguntarnos cuál es el sentido de esta vida, o qué es lo que buscamos en esta vida, que nos permita ser feliz. Por supuesto, el sentido de la vida para cada persona es diferente: puede ser el éxito profesional, la familia, el sexo, el dinero, la religión, etc. Y en muchos casos, es una sucesión de metas u objetivos parciales (la carrera, el trabajo, la casa, crear una familia, etc.)


Para mí el sentido de la vida, es buscar la máxima felicidad siendo fiel a tus valores o principios, a tú forma de pensar, de ser, de actuar. Sólo siendo fiel a uno mismo, a sus ideas, a sus gustos, se puede lograr o al menos, intentar buscar esa felicidad que todos anhelamos, en los diferentes ámbitos de nuestra vida (trabajo, amigos, pareja, modo de vida, etc). Y sólo de esta forma podemos evitar el conformismo y la rutina, quizás los peores enemigos de la continua búsqueda de la felicidad.


Como un día me dijo una persona hace algún tiempo, en esta vida, lo más importante es saber quererse, apreciarse o valorarse a uno mismo, y sólo desde el respeto a si mismo se pueden superar todas las dificultades que la vida nos vaya planteando.


Por eso, encontrar un grupo como este, Los Madison, que escribe letras tan cercanas a lo que nos pasa a todos (soledad, libertad, amor, desamor, esperanza, valores propios, huir de lo cotidiano, etc.) y que sabe contarlas usando un estilo de música propio (difícil de encontrar en estos tiempos de basura musical con la que nos bombardean en bares, televisiones y radios), basado en sus gustos o preferencias (Los Secretos, Burning, Quique Gonzalez, A. Vega y sobre todo Bruce), hace que me reafirme en que sólo siendo fiel a nuestros principios o a nuestra forma de ser o de entender la vida (en este caso, la música), se pueden alcanzar las metas propuestas o los sueños, con la tranquilidad de saber que no nos estamos traicionando a nosotros mismos, y dando sentido a lo que hacemos cada día.


29 de abril de 2007